Ante todo, pedir perdón a los que estáis pendientes de nosotros por haber estado tanto tiempo sin dar noticias, pero es que este primer mes en Charlotte (un mes ya ha pasado, ¡increíble!) ha pasado volando. La adaptación a la nueva escuela está siendo muy trabajosa, y esta tarde que me ha quedado una horita suelta para mis cosas, he dicho, vamos a ponernos a darle color al blog. Poco a poco os iremos explicando como nos van las cosas.
Ahora de momento a nivel personal necesito hacer un homenaje a mis amigos, con los que he pasado unos momentos este verano espectaculares. Bueno, para qué contaros, las imágenes hablan por sí solas. Como me estoy acordando de esa frase de "cuando estés en USA nostálgico, acuérdate de este empacho de amistad que estás experimentando", vaya que si me estoy acordando.
Despedida relámpago de Cuéllar en Logroño, la tierra de los vinos (no sabes las ganas que tengo de que me enseñes a Gael tío...):
Y aunque no haya fotos, también disfrutamos de una agradabilísima sorpresa orquestrada por los integrantes de Els Mantes (y no me refiero a mí acabando en la piscina con mi traje de boda y con mi tío mosqueado como una mona), sino con la "pseudogimcana" en la que pasando por sitios míticos de la comarca baixpenedesenca (entre ellos a destacar la casa en la cima del Priorat de la Bisbal del míster Dany Boy) fuimos a parar a Gimeneies, un sitio bucólico en el que tuve oportunidad de repetir una de mis hazañas (de la que no estoy nada orgulloso) que hice durante una de las cenas que solíamos organizar en periodo electoral.
La verdad es que no sé qué deciros amigos, ¿quizás GRACIAS?
Bueno chicos, de momento esto es lo que hay, acabo de consumir mi hora libre, así que en cuanto pueda os voy poniendo al día de como van las cosas por aquí. A ver si nos vemos pronto por Skype, que se agradece...
Os quiero un montón y después de este verano todavía más. Ya sabéis que las puertas de nuestra nueva casa (AÑO II) están completamente abiertas a vuestras posibles visitas.
Un besazo,
Paco
